Javier Muñoz-Calero | Ovillo
Ovillo, tirando del hilo
Javier Muñoz-Calero Calderón, el valor de un cocinero
Dicen que un gramo de bondad vale más que una tonelada de intelecto. Creo que es el mejor resumen después de haber conocido a Javier Muñoz-Calero, un cocinero íntegro y honesto. Dedica su tiempo a cuidar a su equipo y satisfacer a sus clientes con un resultado muy satisfactorio y que, si tuviésemos que baremar, roza la excelencia.
Javier está en ese proceso de alcanzar la plenitud vital, aunque esté hecho un chaval. Su experiencia de vida le está aportando la prudencia y sensatez suficiente para llevar su profesionalidad a la excelencia.
Después de un periodo gestionando grandes proyectos gastronómicos, ha encontrado en Ovillo su esencia; y tirando del hilo, ahora, está creciendo por dentro.
Hemos hablado con él de gestión, bueno, más bien su gestión, su estilo de buen hacer. De como ha creado su nuevo proyecto y como lleva el día a día en su restaurante. Pero, sobre todo, de cómo hace felices a sus clientes y a su equipo.
Emprender está al alcance de valientes y solo luchando y aprendiendo cada día tenemos opción de conseguir el éxito. Nos habla de los miedos del comienzo, o de como al segundo día de la reapertura, hace un cero y el mundo se le viene encima; pero cuando se da cuenta de que no ha abierto la aplicación de las reservas todo vuelve a la calma.
Una charla emocionante, nos muestra que lo más importante de lo más importante son sus hijos, su pareja; que su restaurante es un ovillo donde quiere seguir tirando del hilo. Querido Javier, eso es fácil cuando se sabe, lo difícil es dedicar el tiempo a cuidar de su gente y luchar por la conciliación en un mundo que lleva una velocidad de vértigo. Para ti, esta tarea también es fácil, porque te sale de dentro y, sobre todo, porque eres buena persona.
Entrevista completa: