Tierras de niebla y miel & La Marismilla 2018
Qué libro me bebo | Armonía 46
Buenos días, mis queridos lectores:
Hoy les traigo una armonía con aroma a Sur. Con sabor pleno a la tierra de Cádiz.
Nuestra autora de hoy es Marta Abelló. Nacida en la Ciudad Condal en 1972. Apasionada lectora y escritora precoz, ya que comenzó a escribir sus primeras historias con tan solo ocho años. Ha participado en numerosas antologías de relatos en España y Latinoamérica.
Los hijos de Enoc es una de sus más famosas novelas, hoy les presento la sexta de, esperemos, muchas y muy exitosas: Tierra de niebla y miel.
Tierras de niebla y miel
Una novela en la que la autora nos trasporta a Cádiz.
<< Porque en rosas y miel se abrió mi cuna
Mintió sonrisa eterna la fortuna.
Todo se mudó, al fin,
Como se mudan la onda,
El viento,
La mujer,
La luna.>>
( Franz Tamayo)
<<La noche crecía sobre Cádiz, arropada en el aroma del incienso de las procesiones de Lunes Santo. La luna llena se escondió tras un cúmulo de nubes penitentes cuando el coche de Martina se detuvo frente a la Casa de los Ocho Balcones…>>
Esta maravillosa novela que les armonizo se gestó, en cierto modo, en el Dolmen de Menga, situado en la ciudad malagueña de Antequera. Ese monumento megalítico, del cual se dice que transmite sensaciones casi mágicas cuando estas cerca de él, será la base para que Marta Abelló nos cuente una historia que esconde un secreto familiar, una aventura de coraje, así como la búsqueda del destino.
Novela ambientada en la parte final del siglo XIX, donde conspiran criadas, señoras, bandoleros y gente hacendada. Martina, nuestra protagonista principal, mientras se enfrenta a un amor imposible, deberá impedir un crimen tiempo atrás profetizado.
Todo comenzó en marzo de 1899 en las aguas del Océano Atlántico. Martina de Icaza, con veintitrés años, regresa desde Nueva Orleans a Cádiz huyendo de un mal matrimonio, la acompaña Erlinda, su doncella mulata. Pero el destino a veces juega malas pasadas y de ser mujer con servidumbre termina lavando cacharros en la pensión de su tía Balbina. Un giro trágico cambiará otra vez el rumbo de su vida cuando su prima Candela, de tan solo nueve años, desaparezca y encuentre el cuerpo sin vida de su tía en las escaleras. Ante tal hallazgo recordará una extraña conversación que escuchó esa mañana: El pajarito voló de la jaula… Voló a la casa de las flores negras ¿De qué casa se trata?
Siéntense cómodos, dejen lo mundano para otro momento porque a partir de ahora tendrán la misma obsesión de Martina, descubrir la verdad y encontrar a su prima antes que sea demasiado tarde.
Por si esto les parece poco, también seguiremos unos misteriosos crímenes de unas jóvenes, ambas pelirrojas. Serán dos hombres del cuerpo de los rurales los encargados de investigar estos crímenes, cuyo sospechoso principal es el señor Baena, dueño de la hacienda llamada «Casa Baena», donde suelen celebrarse ciertas fiestas. Como curiosidad decirles que esa hacienda no es ficticia, Marta se inspiró en una finca malagueña real, que tiene su propia leyenda misteriosa.
La autora ha sabido retratar esa época, su bella descriptiva no sólo logran trasladarles a aquel lugar, sino que pueden sentirlo, respirarlo, intuirlo. El poder de sus palabras es magnífico.
Una novela con dos historias que se cruzan y unos entrelazados muy interesantes, engrandeciendo la trama principal, una de ellas, la del caballero inglés Angus Slorrance, perteneciente a la francmasonería, cuyo estudio contiene unos libros encuadernados en cuero y una puerta secreta. Siempre es un placer encontrar en una novela una bella biblioteca. Diálogos convincentes les mantendrán sujetando el libro más tiempo del que creen. Aconsejo que lo lean cuando de verdad puedan dedicarle un par de horas sin que nada interrumpa la lectura.
Cada pieza de estos misterios irá encajando de forma magistral, como si de un puzle perfecto se tratase, asombrando al lector. Personajes vívidos que evolucionan bien en la trama, su desarrollo es fluído. No faltará la típica villana (por cierto, es magnífica), ni bandoleros, heroínas y varios fariseos.
La Marismilla 2018
Para acompañar a la protagonista en esta aventura y en su reencuentro con su pasado, he elegido un vino rosado de la Tierra de Cádiz elaborado por Luis Pérez. La Marismilla 2018.
Ya sea como viticultores, bodegueros, trasegadores o capataces, la familia de Luis Pérez, catedrático de Enología y antiguo enólogo en Domecq, está ligada al vino desde hace varias generaciones. Es por ello, que la fundación de su propia bodega, a principios del año 2000, fue un paso lógico en la historia de la saga.
El proyecto se localiza en Jerez de la Frontera y, fundamentalmente, apuesta por la elaboración de tintos de calidad gaditanos, a partir de variedades autóctonas como la Tintilla, y de otras foráneas como la Merlot, la Syrah o la Petit verdot, perfectamente adaptadas al sur de España. Cabe destacar también su cultivo de la Palomino fino que vinifican para obtener un fino adscrito a la D.O. Jerez-Xérès-Sherry y un blanco fermentado en bota a baja temperatura.
La interpretación del terruño es clave para Bodegas Luis Pérez. Sus más de 100 hectáreas de viñedo, repartidas en los afamados pagos de Balbaína, Macharnudo, Carrascal y Corchuelo, se distinguen por su completa parcelación y una vinificación absolutamente personalizada. Cada parcela se elabora de forma diferente buscando la fiel expresión del terroir y del varietal para dar vinos que buscan recuperar la vieja tradición vínicola de Cádiz
Este rosado de lágrima está elaborado a partir de uvas de Tintilla de Rota, variedad autóctona gaditana por cuya recuperación apuesta firmemente Willy Pérez. Intenso, muy afrutado y con una boca sedosa pero potente.
La cata
Vista:
Color rojo cebolla pálido.
Nariz:
Intensa, franca, afrutada (cereza, grosella y manzana roja), con un toque muy mineral aportado por su suelo calcáreo de origen.
Boca:
Sedosa y potente, con un postgusto salino e intenso.
Maridaje: Arroces, pastas, mariscos, pescados, quesos y frutos secos
Vendimia manual y nocturna en pequeñas cajas de no más de 14 kilos.
Vinificación:
Los racimos de Tintilla de Rota se despalillan al 100% y se encuban por gravedad. El mosto permanece en contacto con los hollejos durante 4 horas y, posteriormente, fermenta a baja temperatura.
Envejecimiento: 9 meses sobre sus lías fermentativas.
Embotellado: 12 meses.
En esta aventura les recomiendo visita a Cádiz y al Marco de Jeréz. Una de las visitas con mayor historia, mezcla de culturas y arraigo al sentimiento de pertenencia de la tierra, sabor del Sur, Andalucía en estado puro. Mar, gastronomía, casas señoriales del centro de Jeréz, visitas a las grandes bodegas de carácter histórico del Marco.
La oferta es tan rica y de tal atractivo que necesitarán varios días para recorrer las localidades más famosas incluyendo Sanlúcar de Barrameda y sus carreras de caballos que acontecen cada agosto en Bajo de Guía. Pueden además realizar una visita en barco hasta el Coto de Doñana considerado Parque Natural y Reserva de la Biosfera.
Esta armonía invita a adentrarse en esta trama y en el disfrute del vino y de la música que lo acompaña, “Mar antiguo” de Manolo García, a petición de la autora.
Encaja a la perfección desde el inicio del viaje que emprende la protagonista desde el otro lado del océano.
La golosidad y frescura del vino elegido, nos recuerda a la joven protagonista. Sus ganas de regresar a un hogar que piensa sigue aún en pie esperándola y que a cada sorbo nos muestra más y más la fortaleza demostrada por Martina al igual que la uva con la que se elabora.
Disfruten de esta aventura vitivinilectora y recuerden que nos leemos muy pronto
Música recomendada por la autora:
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