S. XI | Una muralla medieval, en la Cava Baja de Madrid
Los restos más representativos de la muralla se pueden contemplar en los alrededores de la Cuesta de la Vega, junto a la Cripta de la Catedral de la Almudena, pero nos vamos a centrar en la parte que queda de ésta, en la calle de la Cava Baja.
Pasear por esta calle es dar un paseo por la historia.
Situada en el corazón de La Latina, parte desde la plaza de Puerta Cerrada hasta la Plaza del Humilladero.
El origen del nombre de la Cava Baja es medieval. Hace referencia a la antigua cava o foso de la muralla cristiana.
Durante la dominación árabe de Madrid (siglos IX al XI), las Cavas eran utilizadas como pasadizos para comunicar la villa medieval con el extrarradio musulmán. Tras la reconquista, tanto la Cava Baja como la Alta, pasan a formar parte de la defensa cristiana.
En esta etapa se decide rodear de agua la muralla, para evitar al enemigo. A partir del Siglo XV, este foso se deseca y se comienzan a construir casas.
En el Siglo XVI, la Cava Baja se convierte en un punto estratégico, relacionado con el comercio del Mercado de la Cebada, lo que da lugar a numerosas posadas donde dormían los comerciantes como la del León de Oro o la de la Villa, que siguen vigentes, y a famosas casas de comidas y tabernas, como Casa Lucio.
Aún se pueden ver restos de la antigua muralla medieval en diversas fincas del Madrid de los Austrias, como en el patio de la Cava Baja número 30.
Llena de historia, es una de las calles más antiguas de Madrid. Bien merece un paseo.
Repleta de mesones, restaurantes y bares, no podemos perder la ocasión de tomar un buen aperitivo castizo.
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8 comentarios
Interesante artículo. Después de un agradable paseo terminarlo en Casa Lucio degustando unos huevos rotos. La latina es una caja de Pandora y unas de las zonas de marcha más recomendables de Madrid.
Una zona que no nos podemos perder. Gracias.
Un planazo, sí señor.
Ni idea de la existencia de esta muralla en Madrid. Muchas gracias por descubrirnos tantos sitios maravillosos y desconocidos para nosotros los gatos.
Gracias a ti Raúl, por tus comentarios.
Gracias Vero, un lugar precioso, ahora con el buen tiempo espero podamos dar un paseo por allí.
Claro que sí, Mónica.
Es la historia de Madrid, integrada al vivir cotidiano de nuestra ciudad. Gracias, Verónica, por este artículo tan interesante.
Comentarios cerrados.