1496 | El Rastro, un mercado muy castizo
“El Rastro es algo más que un mercado de pulgas. El Rastro es una filosofía, una manera de ser y estar en el mundo que trasciende las modas y el paso del tiempo”. Ignacio Vleming (Madrid, 1981).
El Rastro está ubicado en la calle Ribera de Curtidores y aledaños, entre el barrio de La Latina y Lavapiés. Constituye uno de los lugares más castizos y especiales de Madrid.
Surge hacia el 1496 como un matadero, junto a la plaza de Cascorro.
Alrededor se instalaron talleres de oficios relacionados con esta actividad, sobre todo los curtidores.
El origen de su nombre se debe a que desde los mataderos cercanos, los animales sacrificados se arrastraban y se cargaban en los carros, dejando un reguero de sangre durante su traslado hasta las curtidurías.
Esta actividad se va incrementando y ya en el Siglo XVII aparecen otros negocios, incluso de objetos robados.
El Rastro, tal y como lo conocemos hoy, se remonta al siglo XIX. Un lugar en el que se pueden comprar y vender productos de todo tipo, objetos nuevos y de segunda mano, antigüedades, chatarra, cromos…
No hay mejor plan un domingo por la mañana que dar un paseo por el Rastro, y rematar con un buen aperitivo. ¿Unos caracoles?.
Mapa cultural ilustrado, pincha aquí para su descarga.
15 comentarios
Patxi Andión cantaba al rastro diciendo prácticamente lo mismo que el artículo. Lo que no encuentres ahí es porque no existe. Interesante el origen del nombre sobre el rastro que dejaban los animales arrastrados. Un consejo, si lo que sea te lo quieres llevar más barato, ve a regatear a última hora. A veces hasta dejan mercancía por no volver a cargarla.
Completamente de acuerdo, Gonzalo. Cuanto más tarde regatees, más barato lo dejan.
Suelo ir a El Rastro a buscar antigüedades de material de escritorio. Me encanta el ambiente de las calles y sus bares.
El ambiente del Rastro es único.
El Rastro es una actividad lúdica y adictiva, única y exclusiva del Madrid castizo. Una mañana dominguera de Rastro genera una satisfacción interior que invita a repetir periódicamente, encontrando siempre un hueco de tiempo para transitar por sus callejuelas entre diversos y variopintos cachivaches y anticuallas
Es cierto Ángel, crea adicción.
Tengo asociado el rastro a un día muy concreto de mi vida. Un primo había venido a comprar y le iba a acompañar… pero tuvo que irse y me quedé descolgado…sin nada que hacer.
Y en ese momento encontré el amor de mi vida.
El Rastro entreteje más cosas de las que pensamos
☺️☺️
Pero que historia más linda Pedro. Nunca un plantón tuvo mayor rendimiento, espero que la felicidad del reencuentro dure por siempre
Lo del origen del nombre me ha parecido de película gore. Es un buen plan para un domingo por la mañana los que más me gustan son los puestos de antigüedades. Eso sí, vigilad bolsos y carteras.
El origen del nombre es sorprendente.
Hablar del Rastro son palabras mayores. Barrio castizo del viejo Madrid, donde se fusionan las culturas y se preserva nuestro pasado en ese mundo del anticuario. Calles bulliciosas en los domingos y fiestas . Un lugar para explorar , tanto a la búsqueda de aquellos utensilios del pasado, como al encuentro de aquellas tabernas de tapa y buen beber.
Gracias a Verónica nos sumergimos en ese mundillo que los gatunos tanto disfrutamos.
Gracias a ti Salvador.
Me encanta el Rastro. Ademas nací en esta misma zona y me trae muchos recuerdos.
Tengo la suerte de vivir a escasos 10 minutos y perderme por sus calles que aún me sorprenden, pero de todas Ribera de Curtidores me traslada a los paseos de mi niñez con mi padre recorriendo los anticuarios en busca de algún tesoro…
¡Un recuerdo maravilloso, Ana!
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